viernes, 29 de enero de 2016

Unos Reyes Magos rarísimos...



Por fin aparecieron en la gélida calle SSMM a  cumplir su contratada actuación respecto a los más pequeños y algún que otro grande tal vez.
La alcaldesa lucia su peludo abrigo, de ser auténtico único signo animal permitido en el acto, ya que al parecer tanto los camellos como las ocas han sido jubilados sin contar con los interesados, es decir con los niños. Embutida en el citado les ha dado su agnóstica bienvenida previo despeje de todo símbolo de majestad, vestidos con aires Rappeleños y Amerlinados con menos porte que los de la baraja. Por supuesto los niños del colegio de marras no se asomaron, pero imagino las preces y deseos invocados hacia su apreciada edila.
En fin que en Madrid nos van cambiando todo poco a poco, los generales sin calles, los colegios sin cruces, los cafés sin periódicos y habrá que tener cuidado con el cocido, los callos, los churros, los merengues y los colchoneros, so pena que nos lo llamen Madrid el Soso.

Ya lo decía don Sebastián, aquel castizo de la Verbena: ¡Hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad...!

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