viernes, 15 de enero de 2016

El peladito

Ya casi nadie se acuerda de él, unos porque le conocieron poco, otros porque la memoria es así de ingrata, pero yo le recuerdo con mucho cariño. Me estoy refiriendo a aquel simple peladito mejicano llamado “Cantinflas”, interpretado por el genial actor Mario Moreno. Aquel personaje de andares singulares, vestimenta pobretona, gabardina al hombro y gorrito de feria era un ser de una gracia simple, con su lenguaje atropellado y pronunciación mejicana nos hacía estallar de risa con verle simplemente. Pero es que además interpretaba personajes conmovedores de una ternura infinita, siempre queriendo ayudar a quien lo precisara, siendo en su trato con los niños, tan niño como ellos, no dejándose avasallar por los poderosos con sus brillantes disquisiciones, que ni el mismo entendía. Inigualable y gracioso en sus papeles de torero, maestro, piloto, bailarín, peluquero, y tantos otros que nos hacían pasar momentos verdaderamente divertidos y que siempre finalizaba sus películas dejándote un sabor a sentimiento de buen ser humano, sencillo, ignorante porque así quería ser, pero de una candidez francamente enternecedora. Yo, como tantos otros, gocé de sus películas repetidas veces y disfruté a placer con las admirables interpretaciones del querido peladito mejicano. Pasados los años, quiero rememorarte mi admirado personaje, quiero enviarle a través de los cielos mi recuerdo afectuoso en forma de un abrazo al viento, en el que quiero expresar mi agradecimiento por tantos y tantos buenos ratos en tu compañía y en el que supongo incluyo a toda una generación de espectadores que nunca te olvidaremos. Hasta siempre Cantinflas. José Luis Guijarro Rios.

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