lunes, 20 de agosto de 2018

Una herramienta exquisita




                                    Una herramienta exquisita.





   Antes de seguir adelante con mis Divagaciones, quiero expresar el orgullo y lujo que representa para mi y para cualquier autor de esta nuestra tierra y allegadas, el poder utilizar esta preciosa herramienta, este exquisito lenguaje que es la Lengua de Cervantes, la lengua Castellana o lengua Española, a gusto del consumidor.

   A lo largo de muchos años he disfrutado de las lecturas más variadas en nuestro idioma, incluso procedentes de Centro y Sudamérica que han enriquecido un mucho este patrimonio. He verificado la inmensa variedad y riqueza de este idioma nacido en el monasterio de Suso hace más de diez siglos, y en el que Gonzalo de Berceo hizo sus primeros pinitos. La evolución de la lengua visigótica de la primitiva Castilla, las desviaciones de los distintos romances, los cambios fonéticos habidos y la influencia de otras lenguas, han dado lugar a este peculiar lenguaje castellano, cuya repercusión mundial es evidente.

   En una modesta interpretación de su evolución, pienso que Gonzalo descubrió el arroz y Cervantes confeccionó la paella.

   Fruto de su progreso y extensión son los numerosos Institutos Cervantes creados, que no paran de aumentar en todos lo países.

   Un idioma que posee términos tan hermosos como Amor, Gloria, Alba, Fervor, Granada, Posada, y tantas otras que surgen constantemente y cuyo uso produce su introducción en nuestro diccionario

    Es pues una responsabilidad el utilizar lo más adecuadamente posible sus vocablos, su variedad y de vez en cuando descubrir alguna que otra nueva expresión, como muchos de nuestros mejores autores han realizado.

Son utensilios inigualables para un autor, esos diccionarios de antónimos y sinónimos indispensables en cualquier biblioteca.

   No quiere esta retórica, menospreciar en absoluto a otras lenguas regionales minoritarias, de indudable valor histórico y cuya práctica es otra fuente de riqueza, pero si afirmar como lazo común y motivo de orgullo esta lengua, este idioma que utilizan más de 400 millones de personas en todo el mundo.    

     Yo presumo que todo esto es más que conocido y pido perdón por la insistencia, pero nunca está de más valorar algo que a veces pasa desapercibido y que constituye nuestro tesoro más preciado.





                                                                                                        


No hay comentarios:

Publicar un comentario