MIS MULETAS.
Las muletas que por ahora utilizo me han dado
a entender que soy conocido en el barrio.
Unos y otros
cuando se cruzan conmigo me inquieren: ¿Pero qué le ha pasado…? ¿Cómo va eso…?
¿Mejorando,,,no…? . Contesto: <<Pues sí, mejorando,
poco a poco voy saliendo, y así…
Es inaudito
la cantidad de gente que me conoce, personas que me he cruzado en mis paseos con
las que nunca crucé palabra alguna, si acaso alguna inclinación de cabeza,
conocidos de vista, se interesan por mi salud. Se apartan para cederme el paso,
me facilitan el asiento en las terrazas, son curiosos y amables y yo agradecido
correspondo a sus preguntas amablemente.
He tenido que
caerme y verme obligado, quiera Dios que temporalmente,
a precisar de unas muletas para darme cuenta de que no estoy solo y de
la bondad de mis semejantes.
En adelante
prometo prodigar mi saludo amigablemente, en correspondencia a esta amabilidad.
Se lo debo a
mis muletas
No hay comentarios:
Publicar un comentario