El
Genio.
Deambulaba por la orilla del mar. La pequeña bahía
estaba completamente desierta, lo que no era nada extraño en aquella época del
año, por otra parte ni el día ni el mar se prestaban para florituras. El
primero estaba seminublado, con nubarrones de esos negruzcos que presagiaban
agua y el segundo irritado con olas furiosas, no incitaba ciertamente ni a
navegar, ni mucho menos a sumergirse en sus entrañas. En resumen no hacía día
de aventuras marinas.
Nuestro amigo extendió el brazo con la palma hacia
arriba para percibir la llovizna incipiente y decidió protegerse bajo el
saliente de una roca que servía de pórtico a una especie de cueva del litoral.
Se sentó acurrucado en un lateral y decidió permanecer allí en actitud
contemplativa hasta que pasara el amago de lluvia. Escrutaba los cielos
tratando de descubrir alguna tormenta incipiente, cuando de pronto escuchó una
especie de bramido del interior de la gruta y se volvió algo asustado enfocando
su vista al interior en el que reinaba la oscuridad más absoluta. Pasado un
rato y cuando se había recuperado pensando que habría sido producto de su
imaginación, aquel alarmante sonido volvió a percibirse de nuevo, si bien algo
más tenue y acompañado de un :
.- ¿Quién
anda por ahí fuera ?....
Se dijo que amilanarse sería peor y contestó:
.- Soy yo,
Roberto, vivo no muy lejos y decidí dar una vuelta por la playa para estirar
las piernas.
.- Ya sé
quien eres, te he visto alguna vez rondando por esta playa pero nunca habías
osado penetrar en mi morada hasta hoy..
.- Verá Vd.
Don…bueno no sé cómo se llama, el caso es que empezaba a lloviznar y ….
.- Yo soy el
Genio de esta playa y vivo aquí, no intentes verme porque no lo lograrás y
además podría herirte le vista. No he venido en una botella al destaparla como
algunos de mis colegas hacen, eso es una ordinariez, yo vine en una nube
dirigida ya que soy un genio de familia acomodada, me gustó esta playa y voy a
pasar una temporada aquí de vacaciones.
.- Bien señor
Genio pues tanto gusto en conocerle, el caso es que se me está haciendo tarde y
voy a…
.- ¡Quieto
ahí, no sabes que cuando se encuentra a un Genio existe la posibilidad de
pedirle tres deseos…! o ¿es qué crees que no soy un Genio de categoría
suficiente para ello...?
.- No, no
señor genio, no quería ofenderle, pero tampoco quería molestarle…
.- Venga,
venga manifiéstame tus tres deseos.
.- El caso es
que así…, de pronto…
Se volvió a sentar en la peña y estuvo meditando un
buen rato tras el cual exclamó:
.- Bueno en
primer lugar me gustaría tener un yate para navegar por todo el mundo y conocer
gente de muchos paises, de esta forma aprendería otros idiomas y culturas…
.- Lo del yate,
no hay problema, pero piensa que un yate es muy costoso de mantener, en primer
lugar tienes que tener titulación, te haría falta personal para que te ayudase,
tendrías que aprovisionarlo bien, no sólo de comida sino también repuestos,
combustible, pagar escala en los muelles deportivos, o sea….
.- Bueno pues
dejemos lo del yate, ¿ y si quisiera ser
eternamente joven …?
.- Eso es
algo más difícil de obtener, podría hacerse algo, pero tengo que consultar a
mis superiores a ver si queda algo del jarabe, ya que Sofía Loren y otras nos
tienen fritos con sus pedidos. Pero piensa que serías una ofensa para los demás
que verían como te conservas mientras ellos van envejeciendo, no te admitiría
en ningún club y sería difícil tener amigos y claro trabajarías toda la vida ya
que no tendrías jubilación, en fin…
.- Dejemos también lo de la juventud,
probemos con ser un gran futbolista, famoso..
.- Mira eso no
está mal, sólo tendrías que entrenar todos los días, viajar constantemente, si
estuvieras con familia tu mujer te abandonaría ya que probablemente y al ser
famoso tendrías dinero, te harías un golfo, se te arrimarían toda clase de
lagartas que amén de chuparte la pasta, te contagiarían con enfermedades
vaginales y sabe Dios que más…
.- Bien, pues
si también dejamos lo del fútbol, no sé que podría pedirte ya que todo tiene su
vertiente adversa.
.- Yo te
concederé tres cosas que estoy seguro te gustarán y te serán de utilidad, pero
ahora déjame que siga durmiendo en el fondo de esta cueva y dentro de un buen
rato, verás mis tres dones sobre una peña a la salida de la gruta.
Así se hizo y cuando nuestro amigo alcanzó la luz de
exterior vio sobre la peña tres objetos acompañados de tres notas:
El primero era un bañador y en la nota decía “con este
bañador aprenderás a nadar y bucear maravillosamente, de forma que serás
solicitado por la playa contigua como bañista - socorrista. Salvarás a mucha
gente de perecer ahogada lo que te hará inmensamente feliz y serás admirado y
querido por todos”.
El segundo objeto era un libro titulado “La vuelta al
mundo en ochenta días”, su nota correspondiente decía: “leyendo este libro
podrás viajar con la imaginación, conocer gentes y culturas diversas, sabrás de
otras religiones que también tienen por base la humildad, la caridad y el obrar
bien, lo que te enriquecerá espiritualmente
y sobretodo te aficionará a la lectura que es uno de los mayores
placeres del mundo “.
El tercer objeto era un bocadillo liado en una
servilleta, la nota decía: “con este bocadillo jamás pasarás hambre ya que al
plegar la servilleta volverá a crearse de nuevo, pero con la condición de que
siempre habrás de compartirlo con un necesitado, de esta forma te sentirás
satisfecho al alimentar a quien tenga necesidades. En efecto al desplegar la
servilleta hizo su aparición un hermoso bocadillo de tortilla.
Una nota adicional decía. :
“De esta forma
serás un hombre sano y atlético, querido y admirado, también serás un hombre
culto y lo que es más importante, serás solidario y caritativo con quien lo
precisare. Estos tres dones son la mayor riqueza conocida.
No te pido que me lo agradezcas, los Genios somos así…,y
por favor no cierres la puerta de la gruta al marcharte, me gusta respirar la
brisa marina…..”
Este y otros
similares escuchábamos de pequeños, ¡Qué ilusión…!