Huyen ….., huyen y mueren.
saltando por nuestras aguas,
huyen del gancho maldito
que desgarra sus entrañas.
Huyen del agua teñida
por mil ácidos que matan,
huyen de redes malditas
que sus aletas atrapan.
Nadie respeta su vida,
nadie parece gozar,
cuando la vista perdida
se place al verlos nadar.
Cuando los veo flotando
a causa de muerte extraña,
el corazón palpitando
maldice tamaña infamia.
¡Ay madre llevémos luto
por nuestros peces de
España!.