lunes, 4 de abril de 2011

La espera

La espera.

La yegua dormitaba placidamente, cuando el caballo se acercó a su lado arrimándole el hocico. Empezó a lamerle los párpados, las orejas, el morro…
Luego lanzó un relincho cariñoso y se situó a retaguardia en busca de la recompensa.
Tanta caricia acabo despertándola, giró la cabeza asegurando con firmeza:
.- Llegas tarde bigotito, te esperé largo tiempo pero has tardado demasiado y aquel me ha hecho el amor.
.- ¡Pero si es un burro…!
.- ¡No lo sabes tu bien…!

------------------------

1 comentario:

  1. Me gusta José Luis. En este tiempo hasta las yeguas son casquivanas y libertinas.
    Un abrazo. Conchi

    ResponderEliminar