Bien, he vuelto a visitar la tierra que me vio nacer.
Y es que pasados unos meses sin recorrerlo, parece que me falta algo-
Necesito ver la puerta de Alcalá, la guinda de Carlos III, `pedalear Serrano
y Velázquez, comprobar que el Retiro está en su sitio y verificar que la
Puerta del Sol sigue tan agitanada y bullanguera.
Ahora, por estas fechas disfrutas, junto al pelete, de una aire prenavideño y
multitudinario de visitantes que aprovechan los puentes habidos para
visitar y conocer la capital, disputar a los autóctonos las entradas de los
teatros, los churros de los cafés y los soldaditos de Pavía (exquisitas frituras
de bacalao del bar Labra), haciéndonos padecer sendas colas...
Pero no importan las aglomeraciones ni el frío, se soportan con gusto
los guantes, la bufanda y el pesado anorak. Los madrileños queremos
un Madrid para todos, somos generosos hasta la médula, por algo se dice
" De Madrid al Cielo y con un agujerito para no perderlo de vista"