lunes, 2 de septiembre de 2019

Don Tirso


                        Don Tirso. (nombre de un símbolo fálico)



Este nombre me ha venido de repente a la memoria. Allá por los años 50 o así, cada vez que estrenaban en el teatro de la Comedia de Madrid, mi padre me aconsejaba: “si quieres ver la obra, deja pasar unos días y luego vete a ver a don Tirso”.  Yo no sé qué cargo tendría el citado, pero el caso es que le abordé varias veces y me facilitaba el acceso.  Don Tirso era un caballero más bien bajito, debía de ser madrileño de cuna pues lucía siempre una capa oscura, forrada de rojo por dentro muy vistosa, que le proporcionaba una singular apostura. Siempre me atendió solícitamente, un día me preguntó: ¿te gusta el teatro…? Al contestarle afirmativamente replicó “no me extraña pues tu padre lo lleva en la sangre…”

   Aquellas palabras me hicieron meditar y recordar aquel baúl percha, siempre presente, que mi padre tenía siempre a mano donde guardaba ordenadamente todo su vestuario.  Desde trajes y ropa interior a pelucas, bigotes y patillas postizos,  hasta cubre botines y zapatos de lo más variado. Varias veces fueron alabadas sus transformaciones. Yo tenía envidia al dichoso baúl, pues parecía de la familia. Era un profesional de una pieza.  



Vallan estas líneas en recuerdo y homenaje a mi progenitor y agradecimiento a don Tirso y su vistosa capa.