lunes, 15 de febrero de 2016

El tren de la fresa.

                                        El tren de la fresa.


No sé si conocéis el tren de la fresa. No hace mucho en compañía de otro matrimonio, realizamos en el citado una excursión a Aranjuez desde la estación de las Delicias de Madrid.
  Empezaré por decir que este antiguo tren hace el recorrido citado en días y horas determinados de primavera y otoño. Está formado por vagones de la época arrastrados por una máquina de vapor, data de tiempos de Isabel II, y es la segunda línea de ferrocarril inaugurada en España. El recorrido de apenas 40 Kms. dura una hora y está amenizado pos muchachas campesinas que reparten entre los viajeros bandejas con los clásicos y sabrosos fresones de Aranjuez. Son destacables sus asientos de tiras de madera, su difícil acceso mediante peldaños algo elevados  y su bamboleo en sentido lateral que te baja los garbanzos hasta los calcetines…
Una vez en el Real Sitio, donde nos trasladó un autobús desde la estación, procedimos a visitar sus Jardines, el del Rey, del Príncipe (Fuente de Apolo), Parterre e Isla, amén del Museo de falúas. Almorzamos de maravilla en un sencillo restaurante, degustando los espárragos y fresones del lugar y por la tarde visitamos el Palacio Real. Todo maravilloso en una villa donde se respira aroma a jardines y una paz asombrosa y que luce por su trazado perfecto entre los ríos Tajo y Jarama.
   Regresamos por la misma vía al atardecer ya cansados por el palizón, pues todo lo queríamos ver y todo nos encantaba.
Recomiendo esta visita y me uno a la respuesta de aquel escritor al que le preguntaron qué le pareció aquella ciudad. Tras meditarlo un instante respondió pausadamente:

“Aranjuez es…amor…”

Hasta otra.